¿Qué tal el fin de semana chicas? Yo no he parado, en cuanto pueda me voy a dormir. Pero antes de eso...quería enseñaros los premios de los concursos que gané.
El viernes quedé con Inma, de Beauty Victim, y me dió los regalitos. Qué nervios pasé hasta que llegó (llegué muy pronto), la verdad es que no estoy acostumbrada a quedar con gente que no conozco y ya sabéis lo típico: le caeré bien, no....Y encima quedamos en una cafetería de las que yo no he pisado en la vida, no porque sean caras, en realidad los precios eran normales, si no porque era el típico sitio que lo ves y parece tan pijo que no entras por si te sacan un riñón por un café. Yo estoy acostumbrada a sitios como el McDonalds Burguer King y Taco Bell así que imaginaos... Pero después de haberlo probado no está tan mal, creo que volveré, una se acostumbra pronto a lo bueno. Pues eso, nada más entrar, llego yo muy chula y me voy a la barra (no sabía que las camareras servían en la mesa) y me pongo a mirar la carta: té de mil clases, chocolate de otras mil, cafés, mini bollos... ¿y qué me pido? Chocolate no, por si me pringo, eso mejor para otro día. Café, sí, café mejor, cómo no estoy nerviosa el café es lo mejor.... ¿y qué café? Capuchino, que suena muy bien. Y nada, pues lo pido y espero a que me lo pongan. Y como una no está acostumbrada pues pago el capuchino (resulta que se paga al final, cuando te vas; cuánto daño hacen los restaurantes de comida rápida y las cafeterías de las universidades, no estoy preparada para el mundo real!). Madre mía. Lo malo fue al llevar el café a la mesa, junto con el paraguas, el bolso, el abrigo, mi poco equilibrio... pero al final llegué. Me cogí una revista (Vogue, muy chic) y me puse a esperar. El problema llegó de nuevo con el café, ¡¿a quién se le ocurre pedirse un capuchino cuando no te gusta la espuma?! Qué horror, es que no puedo con esa textura. Pero eso sí, no perdí el estilo y muy digna cojo la cucharilla y me llevo un pegote de espuma a la boca...casi me da algo, pero lo más importante de todo era no quedar en ridículo, así que encima yo ponía cara de "hummm, qué rico" mientras ojeaba muy interesada el Vogue. A la tercera cucharada ya no podía más y decidí empezar a mezclar la espuma con el café. Tardó, pero al final lo conseguí. Creo que no volveré a pedirme un capuchino. Al poquito llegó Inma y ya la cosa fue menos tensa para mí. Fue muy maja y estuvimos cotilleando un buen rato mientras ella se tomaba otro capuchino y yo intentaba tomarme el café helado en el que se había convertido el mío. Al final, MORALEJAS de todo este parrafazo: salid un poco del MacDonalds para que no os ocurra como a mí y no os pidais un capuchino si no os gusta la espuma.
Cambiando de tema después de contaros un poco mi vida, os invito a visitar su blog, que tiene nuevos concursos preparados.
Y volviendo a los regalos, menuda bolsa que me dio, pesaba un montón, llegué a casa con las manos rojas! Con las manos rojas pero más feliz que un regaliz. Jajaja. Aquí está todo lo que venía:
La colonia Ricci Ricci. Tiene un envase precioso y huele genial, muy dulce.
Iluminador de Lancôme y polvos bronceadores de Benefit. He probado éstos últimos y tienen el color justo para mi tono de piel, quedan muy naturales, y en envase es muy original. Nunca había tenido nada de Benefit y la verdad es que me ha gustado mucho.
Laca de John Frieda, sérum y espuma (con Q10, qué moderna) de Schwarzkopf y espuma para dar volumen de Rene Furterer. El gel de baño es de The Body Shop y tiene olor a manzana verde, me ha gustado porque además tuve uno igual hace muchos años. La crema con brillo es de la misma marca y huele a nuez y vainilla (hummmm....). El jaboncito es de aceite de oliva y naranja, deja un olor muy fresquito.
Paleta de Helena Rubistein. Preciosa por fuera, con brillantitos todo. Lo mejor es que es muy completa porque tiene sombras, brillo de labios y colorete.
Brillo de labios de Benefit con olor a chicle de melón (de los que comía cuando era pequeña) y cacao de Carmex (con SPF 15).
Lápices de ojos de MAC en naranja y azul, super chulos. Y eyeliner líquido con pincel para aplicarlo (el detalle de regalarme el pincel me ha encantado, gracias Inma).
Estuche apilable con sombras, colorete y espejo de Fred Farrugia. Me suena de haberlo visto en alguna revista y que se pueden comprar los módulos por separado para personalizarlo. No sé porqué todo el mundo que lo coge se tira dos horas abriéndolo y cerrándolo, es adictivo. Y una sombra gigante (tiene más del doble de cantidad que lo que suelen llevar las sombras individuales) de MAC. Es negra y tiene partículas rosas (rosas!!! ahí si que acertó). Cómo no podía ser de otra forma, ya la he estrenado. Creo que aunque no sea muy discreta la terminaré usando hasta para diario.
Y el famoso libro de fotografías de Vogue. Super bonito. Tiene un montón de fotos clasificadas en varias categorías, con textos de gente como Pat mcGrath o Dita Von Teese. Está en inglés, pero para las que no sepan mucho, al final te vienen traducidos los textos más importantes.
Y bueno, pues eso es todo, que no es poco. Menudos regalazos, esto no pasa dos veces en la vida... Habrá que aprovecharlos. De nuevo, dar las gracias a Inma por todo.
(I will translate into english, sorry)
El viernes quedé con Inma, de Beauty Victim, y me dió los regalitos. Qué nervios pasé hasta que llegó (llegué muy pronto), la verdad es que no estoy acostumbrada a quedar con gente que no conozco y ya sabéis lo típico: le caeré bien, no....Y encima quedamos en una cafetería de las que yo no he pisado en la vida, no porque sean caras, en realidad los precios eran normales, si no porque era el típico sitio que lo ves y parece tan pijo que no entras por si te sacan un riñón por un café. Yo estoy acostumbrada a sitios como el McDonalds Burguer King y Taco Bell así que imaginaos... Pero después de haberlo probado no está tan mal, creo que volveré, una se acostumbra pronto a lo bueno. Pues eso, nada más entrar, llego yo muy chula y me voy a la barra (no sabía que las camareras servían en la mesa) y me pongo a mirar la carta: té de mil clases, chocolate de otras mil, cafés, mini bollos... ¿y qué me pido? Chocolate no, por si me pringo, eso mejor para otro día. Café, sí, café mejor, cómo no estoy nerviosa el café es lo mejor.... ¿y qué café? Capuchino, que suena muy bien. Y nada, pues lo pido y espero a que me lo pongan. Y como una no está acostumbrada pues pago el capuchino (resulta que se paga al final, cuando te vas; cuánto daño hacen los restaurantes de comida rápida y las cafeterías de las universidades, no estoy preparada para el mundo real!). Madre mía. Lo malo fue al llevar el café a la mesa, junto con el paraguas, el bolso, el abrigo, mi poco equilibrio... pero al final llegué. Me cogí una revista (Vogue, muy chic) y me puse a esperar. El problema llegó de nuevo con el café, ¡¿a quién se le ocurre pedirse un capuchino cuando no te gusta la espuma?! Qué horror, es que no puedo con esa textura. Pero eso sí, no perdí el estilo y muy digna cojo la cucharilla y me llevo un pegote de espuma a la boca...casi me da algo, pero lo más importante de todo era no quedar en ridículo, así que encima yo ponía cara de "hummm, qué rico" mientras ojeaba muy interesada el Vogue. A la tercera cucharada ya no podía más y decidí empezar a mezclar la espuma con el café. Tardó, pero al final lo conseguí. Creo que no volveré a pedirme un capuchino. Al poquito llegó Inma y ya la cosa fue menos tensa para mí. Fue muy maja y estuvimos cotilleando un buen rato mientras ella se tomaba otro capuchino y yo intentaba tomarme el café helado en el que se había convertido el mío. Al final, MORALEJAS de todo este parrafazo: salid un poco del MacDonalds para que no os ocurra como a mí y no os pidais un capuchino si no os gusta la espuma.
Cambiando de tema después de contaros un poco mi vida, os invito a visitar su blog, que tiene nuevos concursos preparados.
Y volviendo a los regalos, menuda bolsa que me dio, pesaba un montón, llegué a casa con las manos rojas! Con las manos rojas pero más feliz que un regaliz. Jajaja. Aquí está todo lo que venía:
La colonia Ricci Ricci. Tiene un envase precioso y huele genial, muy dulce.
Iluminador de Lancôme y polvos bronceadores de Benefit. He probado éstos últimos y tienen el color justo para mi tono de piel, quedan muy naturales, y en envase es muy original. Nunca había tenido nada de Benefit y la verdad es que me ha gustado mucho.
Laca de John Frieda, sérum y espuma (con Q10, qué moderna) de Schwarzkopf y espuma para dar volumen de Rene Furterer. El gel de baño es de The Body Shop y tiene olor a manzana verde, me ha gustado porque además tuve uno igual hace muchos años. La crema con brillo es de la misma marca y huele a nuez y vainilla (hummmm....). El jaboncito es de aceite de oliva y naranja, deja un olor muy fresquito.
Paleta de Helena Rubistein. Preciosa por fuera, con brillantitos todo. Lo mejor es que es muy completa porque tiene sombras, brillo de labios y colorete.
Brillo de labios de Benefit con olor a chicle de melón (de los que comía cuando era pequeña) y cacao de Carmex (con SPF 15).
Lápices de ojos de MAC en naranja y azul, super chulos. Y eyeliner líquido con pincel para aplicarlo (el detalle de regalarme el pincel me ha encantado, gracias Inma).
Estuche apilable con sombras, colorete y espejo de Fred Farrugia. Me suena de haberlo visto en alguna revista y que se pueden comprar los módulos por separado para personalizarlo. No sé porqué todo el mundo que lo coge se tira dos horas abriéndolo y cerrándolo, es adictivo. Y una sombra gigante (tiene más del doble de cantidad que lo que suelen llevar las sombras individuales) de MAC. Es negra y tiene partículas rosas (rosas!!! ahí si que acertó). Cómo no podía ser de otra forma, ya la he estrenado. Creo que aunque no sea muy discreta la terminaré usando hasta para diario.
Y el famoso libro de fotografías de Vogue. Super bonito. Tiene un montón de fotos clasificadas en varias categorías, con textos de gente como Pat mcGrath o Dita Von Teese. Está en inglés, pero para las que no sepan mucho, al final te vienen traducidos los textos más importantes.
Y bueno, pues eso es todo, que no es poco. Menudos regalazos, esto no pasa dos veces en la vida... Habrá que aprovecharlos. De nuevo, dar las gracias a Inma por todo.
(I will translate into english, sorry)
Pues menuda experiencia la tuya, no? jajaja. Bueno, almenos has probado cosas nuevas.
ResponderEliminarMi enhorabuena por el premio. Eso son verdaderos regalazos!!
Besos
que lindos regalos!!!!!!
ResponderEliminarMadre mia que maravillaa!! es un dineral y encima en buenos productos, enhorabuena!!
ResponderEliminarLa verdad es que está genial el premio. Iba super feliz en el metro cuando llevaba la bolsa!
ResponderEliminarHola Branca:
ResponderEliminarNo había visto antes tu entrada porque he llevado una semana de perros en cuanto a trabajo se refiere y me he limitado a subir las entradas diarias, pero no me paseado mucho por los blogs.
¡Que ilusión me ha hecho ver tu entrada con los regalos! No me lo esperaba, la verdad. Bueno, lo mejor, tu descripción del capuccino y del sitio"pijo" ¡¡Con lo rico que está todo allí!
Me alegro que te gusten los productitos de belleza y ahora, a disfrutarlos mucho.
Un besazo, guapa
Inma
Bueno Inma, ya estamos a jueves por la noche, así que dentro de nada ya podrás descansar.
ResponderEliminarPues claro que me ha gustado todo, de hecho ya he estrenado un montón de cosas. Incluso me estoy poniendo las sombras con purpurina para ir a clase, no me podía esperar al fin de semana, y he ido super feliz por las mañanas con todos los colorines. jejeje.
Muchos besos
Jo, qué pasada de regalitos, enhorabuena
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